Una incipiente ola de denuncias y renuncias está afectando ya a varios municipios del Gran Buenos Aires.
Pero el caso de Escobar sería el más
grave, por la cantidad de hechos de corrupción vinculados con la gestión
municipal de Sandro Guzmán.
Días atrás y luego de una larga investigación, la policía logró detener a Daniel Antonio Mancuso, jefe de una importante banda de piratas del asfalto que operaban en toda la zona norte.
Mancuso está detenido en el penal de La
Plata y en su declaración dio varios nombres, entre ellos el de su
principal protector político: Walter Blanco, jefe de gabinete de Escobar
y mano derecha del intendente Sandro Guzmán.
Todos sabemos que Blanco concentra la
decisión política y los negocios y en la práctica es aún el verdadero
intendente. Sus orígenes políticos están en el MODIN, del cual habría
sido expulsado por orden de Aldo Rico, debido a su inclinación al
consumo de sustancias prohibidas.
Luego recaló en el PAUFE de Luis Patti y de allí transitó sin complejos hasta el kirchnerismo.
Blanco proviene de San Fernando, es amigo
del Jefe de Gabinete Aníbal Fernández y utiliza ahora su enclave en
Escobar para intentar desplazar en el 2011 a Osvaldo Amieiro, intendente
de aquella localidad.
El caso es que Amieiro es uno de los
pocos caciques comunales a los que Kirchner considera leales, por lo
cual los planes de Blanco podrían complicarse.
En Escobar, Blanco que estaría asociado
al Secretario de Gobierno, Roberto Cantero, con miras a reemplazar a
Guzmán en el 2011, ya que consideran que es imposible que éste sea
reelecto.
Mientras Blanco le mueve el piso a su
jefe, los escándalos se multiplican en la zona. Por ejemplo, de acuerdo a
fuentes policiales uno de los sospechosos del asesinato de Santiago Urbani en Tigre conduciría un auto propiedad del actor Alberto Fernández de Rosa, uno de los principales referente kirchnerista en Escobar
En los últimos días circuló en Escobar
la versión de que las investigaciones judiciales en marcha podrían
derivar a la brevedad en el procesamiento de Guzmán y Blanco.
Estos buscarían ahora protección política en las esferas superiores.
Tal es así que un funcionario de altísimo
nivel estaría visitando semanalmente la casa de Guzmán para participar
de largas reuniones nocturnas donde gente mala y perversa dicen que
circularía la mercadería cuya distribución en Escobar manejaría Blanco y
sus amigos.